miércoles, 7 de junio de 2006

Hasta los hombres grandes han reconocido su mentecatez

Nada más ni nada menos que en las escrituras encontramos ejemplos de hombres grandes que incluso consideramos profetas, que demuestran la necesidad de reconocer su mentecatez. Solamente menciono un ejemplo, quizas dejando otros para otra ocasión. El profeta Nefi, en un momento de meditación nos regaló un bello salmo, el cual es uno de mis pasajes favoritos del Libro de Mormón. Dijo él:


"Sin embargo, a pesar de la gran bondad del Señor al mostrarme sus grandes y maravillosas obras, mi corazón exclama: ¡Oh, miserable hombre que soy! Sí, mi corazón se entristece a causa de mi carne. Mi alma se aflige a causa de mis iniquidades.

"Me veo circundado a causa de las tentaciones y pecados que tan fácilmente me asedian" (2 Nefi 4:17–18).


Pero tal como lo menciona el élder Christofferson, "... al recordar al Salvador, Nefi pronuncia esta conclusión llena de esperanza:"


". . .no obstante, sé en quien he confiado" (2 Nefi 4:19)


Me encanta la manera en que se expresa, y creo que podemos decir que el hecho de reconocer nuestras debilidades nos puede hacer más fuertes, si es que sabemos en quién hemos confiado y hemos actuado en armonía con los mandamientos. Un pasaje que nos explica esto es el siguiente escrito por Moroni unos 1000 años después:


"y si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos" (Éter 12:27, énfasis añadido).


Solamente nos queda el aprender estas lecciones de grandes hombres como ellos (Moroni y Nefi), poniendo en práctica los mismos principios que les hicieron crecer y llegar al punto al cual llegaron ellos, en el cual pudieron decir con toda seguridad antes de morir, que habían obtenido una herencia después de esta vida.

Así que no te desanimes, aún profetas han encontrado sus debilidades, y de hecho, creo que es una especie de requisito, el darnos cuenta de nuestras imperfecciones, lo cual nos lleva a poner nuestra confianza en el Todopoderoso y de paso aumenta nuestra fe y nuestro poder de cambio.

Si te quedaste picado con el salmo de Nefi, a continuación te doy un poco más, y recuerda, aliméntate con frutas y verduras.


"Mi Dios hay sido mi apoyo; él me ha guiado por entre mis aflicciones en el
desierto; y me ha preservado sobre las aguas del gran mar.

Me ha llenado con su amor hasta consumir mi carne.

Ha confundido a mis enemigos hasta hacerlos temblar delante de mí.

He aquí, él ha oído mi clamor durante el día, y me ha dado conocimiento en
visiones durante la noche.

Y de día ha fortalecido mi confianza en ferviente oración ante él; si, he
elevado mi voz a las alturas; y descendieron ángeles y me ministraron.

Y mi cuerpo ha sido conducido en las alas de su espíritu hasta montañas muy
altas; y mis ojos han visto grandes cosas, sí, demasiado grandes para el
hombre; por lo tanto, se me mandó que no las escribiera.

Entonces, si he visto tan grandes cosas, si el señor en su condescendencia
para con los hijos de los hombres los ha visitado con tanta misericordia, ¿Por qué ha de llorar mi corazón, y permanecer mi alma en el valle de dolor,
y mi carne deshacerse y mi fuerza desfallecer por causa de mis aflicciones?

Y ¿por qué he de ceder al pecado a causa de mi carne? Sí, ¿y por qué
sucumbiré a las tentaciones, de modo que el maligno tenga lugar en mi
corazón para destruir mi paz y contristar mi alma? ¿Por qué me enojo a
causa de mi enemigo?

¡Despierta, alma mia! No desfallezcas más en el pecado.


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